De qué manera es progresista el cristianismo
Dijimos en el artículo anterior que el tercer modo de influencia del cristianismo en la sociedad, debía o podía tenerse por progresivo: mas no podemos concederlo sin previo examen, porque las opiniones más extrañas y los errores más peligrosos han nacido de esta creencia. Cada uno entiende el progreso a su manera, y por consiguiente cada uno ha entendido a su manera el cristianismo, resultando de aquí tantos falsos o incompletos cristianismos en la conciencia humana, cuantas opiniones políticas, científicas o artísticas pueden caber en ella.
Los novísimos apologistas del cristianismo, con la mejor intención sin duda alguna, han dado a este punto más importancia de la que relativamente se merece; porque, viendo que se habían enfriado la caridad y la fe en los corazones, han querido traer de nuevo a los hombres a la religión, no por la excelencia esencial de ella, ni por amor puro y desinteresado hacia Dios, ni siquiera por deseo de su gloria, y por temor del infierno, sino predicándoles que el cristianismo es causa de progreso, a fin de que le amen por amor del progreso. Estos han dicho que el cristianismo es liberal para que los liberales sean cristianos: aquellos que es absolutista para que los absolutistas lo sean; y esotros, que la Virgen, la Magdalena, los santos y los ángeles son más a propósito que los dioses del paganismo para poemas y cuadros, y que los templos góticos son más sublimes, cuando no más hermosos, que los templos griegos, a fin de que también se conviertan los aficionados a la poesía y a las bellas artes. Continuar leyendo