La palabra “donaire” viene del latín donarĭum, y éste a su vez de donāre, dar; significa la discreción y gracia en lo que se dice, por ejemplo, un chiste o dicho gracioso y agudo. Del donaire verbal pasó a significar el donaire corporal, o sea, la gallardía, gentileza, soltura y agilidad airosa de cuerpo para andar, danzar, etc. La expresión verbal y la expresión corporal son los sujetos ontológicos del donaire. El donaire tiene un punto de extralimitación, de trascendencia antropológica (cfr. en este blog: «gracia» y «elegancia»).
Como hubieran dicho los clásicos, dar “se dice de muchas maneras”: dar a cada uno lo suyo es un acto de justicia; dar la vida por alguien es un acto de amor; dar de los dineros que se tienen, es un acto de generosidad. Dar ejemplo es un acto de estimulación moral, v. gr. de cortesía y fineza. Y también se puede dar cordelejo, es decir, dar chasco, zumba o cantaleta burlesca; incluso dar largas, entretener a alguien con falsas esperanzas. Continuar leyendo